jueves, 19 de marzo de 2015

Celos de la lluvia

Hoy volvió a llover. Recordé tu rostro, y sentí celos de las gotas de agua que bajarían acariciando tu cara para acabar muriendo en tu boca.

(Antonio González)

lunes, 16 de marzo de 2015

El pescador y el marinero

Un joven pescador cada madrugada cogía sus aparejos y en una pequeña barca, salía en busca de esas preciadas joyas plateadas.
Un buen día una gran tormenta llegó a la costa donde éste faenaba. Pero el pescador, aún así, salió en busca de su anhelado tesoro plateado sin esperar a que la tormenta amainara.
La tormenta se hizo más fuerte y se avivó, como si al ver al pescador desafiándola se hubiera enfurecido y empujó a éste contra las rocas con gran fuerza.
La barca chocó contra ellas y se rompió en pedazos. Los aparejos se hundieron en el agua junto a ella, arrastrados por la furia de la tormenta.
El pescador, a duras penas, pudo salvarse ayudado por un viejo marinero que le había estado observando en tan imprudente hazaña.

El joven pescador, sentado en una roca miraba al mar lamentando entre lágrimas el grave error que había cometido.
"¿Qué has aprendido hoy?", le preguntó el experimentado marinero.

miércoles, 11 de marzo de 2015

El lobo y la luna llena

En la oscuridad de la noche, a lo lejos, aullaba un lobo junto a la salida de cada luna llena.
Mi padre, al verme intrigado, me dijo: "Es a la luna a quien aúlla, le llena de dolor al verla"

Y entonces me contó la siguiente historia:

Existía hace tiempo, un corazón tan roto, que se convenció de ser feliz sin quien una vez amó contaminado por el odio que envenenó sus venas.
Veneno que sin darse cuenta poco a poco le convirtió en lobo en busca de su presa.
En la soledad de la noche el lobo dedicó largo tiempo hasta hallar la razón por la cual, el ser culpable de su dolor, merecía su odio y castigo.
Buscó sin descanso algún hecho a fin de cuentas sin relevancia alguna en cuanto a lograr o no esa felicidad perdida junto a él.
Aunque en realidad, lo que buscaba el lobo, era una excusa para poder justificar su propio comportamiento y el que su presa debiera sufrir bajo sus garras.

El lobo encontró esa razón, si no la halló la inventó, eso era lo que menos importaba. Y una vez encontrada, se convenció de ella.

lunes, 2 de marzo de 2015

El guerrero y el campesino

Un campesino se enemistó hacía algún tiempo con un joven guerrero y éste vino a sus tierras a luchar.
El guerrero lleno de odio, quemó sus tierras, mató a sus ovejas. Mientras tanto, sentado en una roca el campesino contemplaba como arrasaba sus cultivos montado en su imponente caballo negro.
Y cuando no quedó nada, se acercó hasta donde se encontraba exhausto y le preguntó:
"¡¿Qué haces que no defiendes tu tierra?! ¡¿Qué haces ahí sentado cuando pierdes todo cuánto tienes?!"

Entonces se levantó y de entre las rocas sacó una gran caja de madera envuelta en paños y la dejó a los pies de su caballo.
Le dijo: "Sabía que vendrías después de este tiempo. Esto es algo que quiero regalarte." y entonces marchó dejándolo sólo.