Paso 7: El valor de las palabras:
¿Alguna vez has pensado el valor que puede llegar a tener las palabras?
Las palabras en las relaciones personales lo son todo, son lo que nos hace
comunicarnos y expresar toda emoción o creencia y son la base de la
comunicación de nuestros deseos y nuestras intenciones.
Las palabras son la base de la comunicación, y la comunicación en las
relaciones hace que estas crezcan, por ejemplo nos sirven para:
· Comunicar un problema para resolverlo antes que el problema genere un
conflicto.
· Solicitar aquello que necesitamos y que nos falta en la relación para que
crezca.
· Comunicar la decisión de corregir un error o un comportamiento que podría
generar o ha generado un conflicto.
Pero, ¿habéis pensado como solemos expresarnos?
Cuando una persona hace algo que no nos gusta. ¿Qué le decimos?
¿Por qué has hecho eso?
Cuando una persona llega tarde. ¿Qué le decimos?
Eres impuntual.
· Lo primero es un juicio, has hecho algo mal, ¿por qué lo has hecho mal?
· Lo segundo muestra interés por ver con que intención se hizo esa acción, es
decir, estamos mostrando un interés en saber antes de hacer un juicio, cual era
la intención de la otra persona al hacerlo.
No es lo mismo decir “eres” impuntual, que decir, has llegado
tarde (has hecho).
· Lo primero es un juicio que puede atacar a un valor o cualidad personal de
una persona.
· Lo segundo muestra interés por saber el por qué se ha producido un hecho
concreto o puntual.
En el momento que hacemos un juicio sobre una persona, la sensación de la
persona que lo recibe es de sentir que atacan a sus valores y como consecuencia
a su persona. Esa forma de expresarse produce un malestar en la persona que lo
recibe que puede llegar a generar un conflicto.
En cambio en el segundo caso, la persona siente que se muestra interés por
ver si la intención era buena y ver mediante un diálogo si se ha equivocado o
no. Siente que la otra persona intenta ponerse en su lugar y ver por que se ha
hecho eso de ese modo, mostrar empatía.
En el primer caso da la impresión que no existe una unidad o equipo para
solucionar un problema, existe una persona que lucha contra otra, en el segundo
caso existe una unión entre dos personas o equipo que juntos quieren solvertar
un problema.
En cualquier tipo de relación son poquísimas las personas que consiguen
hablar de este modo y yo, por supuesto, al escribir este paso, me incluyo entre
los que tengo que aprender a hablar de ese modo y no generar esa sensación de
ataque contra la persona que me escucha.
Este es otro de los puntos que debo aprender, el valor de las palabras y la
importancia que tienen.
Veamos otro caso del valor que tienen las palabras.
Cuando haces algo mal y te das cuenta de que te equivocaste, normalmente,
el camino correcto es, pedir perdón y comunicar tu intención de corregir ese
problema o comportamiento.
Cuando comunicas esa intención de cambiar ese comportamiento, existen
varios niveles de compromiso, podemos decir:
· Lo intentaré (compromiso del 0% al 30%)
· Lo voy a hacer o ya lo estoy haciendo (compromiso del 40% al 60%)
· Me comprometo a hacerlo (compromiso del 70% al 90%)
· Mi compromiso es del 100%
Es decir, si dices que vas a intentar algo, seguramente es que no lo harás,
la otra persona si pasan los días, pensará, ¿lo habrá hecho? ¿Lo estará
haciendo? Seguramente no lo hará. La inseguridad es total.
Si dices, me comprometo que voy a cambiar ese comportamiento. El nivel de
seguridad sobre tu intención cambia por completo. Es casi total y la otra
persona confía en que ese comportamiento va a cambiar y confía en ello.
La importancia de las palabras de cómo nos expresamos ante un problema en
una relación o como expresamos nuestras intenciones sobre darle solución a un
problema es realmente increíble. Esta es una herramienta básica que ayuda a no
generar conflictos o bien solucionarlos de la manera correcta.
Una vez más, en este paso, se ve claro cómo actuar en ciertos tipos de
situaciones para hacerlo correctamente y crecer como persona.
En este paso, me comprometo a que cambiaré y que
mostraré interés por ponerme en el lugar de la otra persona, mostraré empatía, y preguntaré con que intención se ha hecho algo antes
de realizar ningún juicio sobre ella o sus valores.
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