sábado, 29 de noviembre de 2014

Pasos para conseguir ser quien quiero ser (por Antonio González) Paso 2: La coherencia de los actos

Paso 2: La coherencia de los actos
El segundo paso es relativo a los valores...
Voy primero a intentar explicar un poco como he entendido como funciona el comportamiento de cada uno de nosotros… y el mío.. para ver como solucionarlo...

Los valores
Cada uno de nosotros tenemos una serie de valores, estos valores son la base de lo que somos. Esos valores nos lo enseñan o los aprendemos por nosotros mismos cuando somos pequeños y a medida que vamos creciendo esos valores van dejando de sufrir cambios, los que hemos aprendido hasta cerca de los 30 años quedarán como nuestros valores para el resto de nuestra vida.
Los valores forman nuestra personalidad, comprenden las creencias y valores individuales de cada persona.
En el caso que uno de esos valores se afiance y lo veamos como algo inamovible se convierten en principios.
La relación con otras personas se basa en estos valores, es decir cuando te relacionas con otras personas los valores comunes hacen que la relación crezca, en cambio la diferencia en ciertos valores hace que surjan conflictos y cuando son principios los que están en conflicto la relación es imposible. Un principio es algo que nunca podremos aceptar que no cumpla otra persona que este cerca de nosotros y con la cual tengamos cualquier tipo de relación.
Los valores como comentaba se afianzan a lo largo del comienzo de nuestra vida y ya quedan fijados para siempre.

Las emociones
Sobre nuestros valores se encuentra nuestras emociones,  el temperamento.
Esto lo comprende los pensamientos las emociones y sentimientos.
Nuestros valores hacen que ante un estímulo,  nuestra cabeza genere una percepción, esto a su vez genera una emoción dentro de nosotros y en consecuencia se produce una acción.

Las emociones básicas son las siguientes:
·         Miedo
·         Tristeza
·         Enfado
·         Asco
·         Sorpresa
·         Alegría
·         Indiferencia

Comportamientos
Y por encima de todo lo anterior se encuentra los comportamientos. Este es el fin de todo lo que somos o lo que el mundo ve de lo que somos. Como nos comportamos con los demás o con nosotros mismos es lo que mostramos al mundo de nuestros valores y lo que sentimos.
Es decir, los comportamientos son nuestro carácter, nuestros comportamientos individuales y hábitos. Nuestra personalidad en sí.

Actitud
Todo lo anterior se encaja de la siguiente manera: Nuestros valores producen ante nuestras vivencias o situaciones una serie de emociones y es nuestra actitud la que nos hace comportarnos de una manera o de otra como resultado.
Lo único que podemos controlar es la actitud que tenemos de cara a actuar de una manera o de otra al tener cierta emoción.

Hasta aquí creo que se explica básicamente como nos comportamos.
El estar en coherencia los comportamientos con los valores y pensamientos, lo que siento hace que mi actitud sea la correcta, pero si lo anterior no está en coherencia provoca que quien me conoce desconfie de mi como persona. Es decir, algo no cuadra, estoy ocultando algo. Esto es lo que he podido comprobar y ahora he conseguido explicar el por qué, ahora solo tengo que aprender a solucionarlo.

Sé que valores tengo, creo que todos sabemos nuestros valores y sabemos enumerarlos, sé que tengo los mejores valores, pero cuando mis comportamientos no han mostrado claramente esos valores, es decir, cuando la forma de actuar no ha cuadrado con ellos simplemente por no ser claro en un comportamiento que demuestra uno de esos valores, eso ha provocado que me mostrara como una persona ocultista o que generara desconfianza ante los demás.  Cuando una persona ve que un valor que para ella está asentado y no lo ve claro en ti eso provoca un conflicto en lugar de hacer que aumente la relación por compartir ese valor.

El problema claro es que puedo ser generoso y tener ese valor como principio, pero si no lo demuestro de manera clara, de nada sirve.  Y es totalmente justificado ese pensamiento.

Cada estímulo genera una percepción, esto genera una emoción y en consecuencia se genera una acción. La actitud es la que hace que pueda controlar como actuar ante las emociones.

En un ámbito mas general, hablando de la actitud, nosotros podemos elegir ante una emoción negativa como queremos gestionarlas de cara a sentirnos bien o mal. Una persona que consigue esto se dice que tiene inteligencia emocional.

Se dice que una persona es inteligente emocionalmente cuando se acepta tal y como es y acepta a los demás tal como son. No intentan cambiar a los demás.

Hay que aprender como controlar las emociones para que un hecho en lugar de provocar una emoción negativa cause o promueva una emoción positiva en su lugar de manera que encamine mis acciones hacía sacar lo mejor de mí.
Por ejemplo, una manera de tener una buena actitud hacia una relación de amistad o pareja por ejemplo es relativizar la importancia que tiene una emoción mala de un momento puntual, una emoción mala con el tiempo pierde importancia, el cerebro es capaz de irse adaptando a las situaciones , si pasa algo malo puedes pensar, dentro de un tiempo que relevancia tiene esta emoción mala? Muy poca o ninguna. Nosotros elegimos que deseamos pensar, sea bueno o malo y tenemos ese poder.

En definitiva, debo aprender a comunicar y dejar claros cuales son mis valores, y debo aprender a tener la actitud para conseguir comportarme acorde a esos valores. Como resultado de una buena actitud, de una  actitud positiva, producirá el convertir cada mal pensamiento en uno bueno y hacer que las relaciones con las personas que compartan mis mismos valores siempre crezca.



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