sábado, 29 de noviembre de 2014

Pasos para conseguir ser quien quiero ser (por Antonio González) Paso 6: Pedir perdón y aprender

Paso 6: Pedir perdón y aprender

Este paso es un breve anexo al paso anterior, con respecto a “la felicidad en una pareja”:
Por supuesto, con respecto al punto de hacer feliz a una pareja, hay muchos más puntos de los que se comentaron en el paso anterior. En toda relación existen conflictos que se solucionan y hacen crecer la relación, si no una relación no crecería. Debemos aprender a ver los conflictos como un crecimiento en la pareja. En esos conflictos te puedes equivocar en la manera de actuar, puedes pensar que haces lo correcto y estar haciéndolo mal, y sin quererlo hacer daño a la otra persona.

Por ejemplo, puedo estar convencido que en un conflicto poner distancia por ejemplo, hace que al “esperar a que escampe”, cuando vuelvas a hablar, se hable de una manera más pausada y tranquila y de esa manera no se provocaría un daño mutuo al hablarse mal en un momento de acaloramiento. Pero esto es un gran error que he cometido muchas veces, como ya indiqué en otro paso, si hago eso, la otra persona se siente abandonada y sóla ante el problema, como me siento yo también. Y como consecuencia le he hecho sin querer, y sin tener esa intención, un daño irreparable que nunca pensé que provocaría con esa elección. Pretendía no provocar un daño mutuo, y con una mala elección provoqué un daño mayor.

¿Quién no se ha equivocado? Cuando te das cuenta, sólo puedes hacer una cosa, pedir perdón, hacerle saber a la otra persona que te has equivocado y que te has dado cuenta que era lo que no has hecho bien y hacer entender que ese daño mutuo no fue con intención. Si haces lo correcto y sólo si lo haces, queda en la otra persona el entender que no hubo intención y saber perdonar. Esto a veces cuesta, porque primero tienes que darte cuenta que te has equivocado y en qué, pero por regla general, si has provocado un daño, es síntoma inequívoco de que te has equivocado. Y saber perdonar, eso sí que cuesta.


Soy consciente, que como cualquier persona, por cometer errores, hice daño a personas que quería. Pero creo que siempre aprendo de cada error, y siempre procuro pedir perdón por ese error y el daño que hice sin intención. Y si no lo he hecho en alguna ocasión sé que lo haré.

Lo que pienso firmemente que nunca está perdonado es hacer daño con intención a una mujer.
Hay una frase mía que siempre tuve en mi cabeza y que no es ninguna frase famosa, sólo la pienso de hace mucho tiempo, y es algo así: “A una mujer lo único que debería hacerle daño, debería ser las espinas de una rosa que le regalaran con amor”.

Si en algún momento provoqué algún daño, fue por un error del que aprendí, y por todo daño que haga a una mujer, pediré siempre perdón. Este valor para mí es un principio básico que siempre intento llevar a cabo.  Eso no quiere decir que no haya cometido esos errores, sólo quiere decir, que me arrepiento de ellos y que siempre pediré perdón por ellos.


Un hombre poderoso es aquel que sabe pedir perdón a una mujer, no aquel que muestra con orgullo lo fuerte que es ante ella.

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