No podemos evitarlo, el enamorarse, el querer caer sin sentido en un
sentimiento al que tememos enormemente porque puede provocar tanto placer como
dolor, pero intensos por igual.
A veces y con más frecuencia de lo que debiéramos somos cobardes, porque
nos da miedo vivir ese sentimiento que nos deja desarmados e indefensos y
huimos de él en cuanto se presenta la ocasión.
Pero no es este el tema que hoy me planteo, si no el siguiente, ¿habéis
pensado que hace que se produzca ese sentimiento de amor? Más bien, ¿habéis
pensado que hace que no se muera ese amor que se siente de manera tan intensa
en el principio de una pareja?
La mayoría de las parejas acaban cayendo en una monotonía, salen con otras
parejas que son parecidas a ellas o se encuentran en un momento parecido o
salen con amigos comunes y acaban siendo un único ser sin tener espacio para la
individualidad.
No dejan tiempo para tener hobbies propios que lo definan como persona aunque
no forme parte su pareja de estos.
O no tienen amigos propios con los que quedar y poder relacionarse fuera
del ámbito de la pareja o compartiendo con ellos esos hobbies de los que no
forma parte la propia pareja.
Pero eso es precisamente lo que produce que el amor que existe en la pareja
termine muriendo poco a poco.
Pensarlo de este modo, el sentimiento en exceso de estabilidad, de poseer
algo y a veces por ello no valorarlo, es lo que produce esa monotonía y
aburrimiento.
Cuando hacemos que esa persona sea de manera egoísta y errónea únicamente
nuestra, parte de lo que yo hago en todo momento y atrapada sin espacio para
poder desarrollar su propia persona individualmente...
En ese momento, si llega ese punto, no nos damos cuenta de algo, olvidamos
que esa persona eligió estar contigo, que podría estar con cualquier otra
persona pero tomó esa elección y en los breves momentos de individualidad es
cuando podemos disfrutar de una sensación que de otro modo no obtendríamos y
que nos une aún más como pareja.
Es necesario esos espacios de individualidad y de separaciones, el echar de
menos a esa persona que amamos o queremos. Y sobre todo, la parte más
importante, el reencuentro posterior, en el que te sientas con ella y dices,
¿qué tal, cómo te ha ido? ¿Qué has hecho? ¿De qué habéis hablado?
Y en ese momento tu pareja te hace partícipe de manera efusiva de su
individualidad y te cuenta con entusiasmo todo lo que ha vivido no estando
contigo en ese espacio de tiempo, haciéndote ver que te ha echado también de
menos.
No hay mejor momento de una separación que ese momento del reencuentro en
que se afianza la pareja y la confianza entre ambos y que nunca se produciría
de otro modo.
Como veis son necesario esos momentos en que se echa de menos, que no estás
junto a esa persona para reavivar la llama inicial.
Pensar en los primeros días en que os conocisteis, cuando conocimos a esa
persona nos producía el enamoramiento el deseo de estar con esa persona más
tiempo, el echarla de menos, el admirar a esa persona por lo que era, esos
hobbies que puedes compartir o no pero que la hacen interesante, el sentir
como alguien que admiras por ser como es está contigo pero podría estar
con cualquier otra persona si quisiera.
Todo ello produjo un enamoramiento, y el revivirlo cada cierto tiempo
produce que se avive el sentimiento de amor y no se pierda con el paso del
tiempo.
Hay que tener en cuenta que el que tu pareja quiera hacer cosas de manera
individual no quiere decir que te quiera menos, esa individualidad es necesaria
para poder ser feliz como persona y disfrutar de su propia personalidad.
Eso no quiere decir, que en ese espacio de tiempo en que no está junto a
ti, te demuestre que te echa de menos y que en el reencuentro posterior tenga
ganas de hacerte participe de todo lo vivido en ese espacio de tiempo
No hay que olvidar que para ello la confianza en la pareja, el que tu
pareja también incentive esa confianza es esencial y primordial para que
también funcione, ya que si no sería un arma de doble filo dando pie a
desconfianzas o celos.
Puedes tener tu individualidad pero siempre dando el lugar que se merece a
tu pareja por encima de todo y asegurando que pase lo que pase no se dará pie a
equívocos a otras personas ajenas a la pareja.
Hoy día con tanta tecnología, y tanta "accesibilidad social", y
por qué no decirlo, tantas personas sin valores que se ven con derecho a
intentar conseguir algo más que amistad de una persona aún teniendo pareja, es
un trabajo duro el conseguir tener la confianza suficiente como para dar esa
libertad o individualidad a tu pareja.
¿Donde está la clave del éxito entonces? ¿Dónde está el límite de la
individualidad con el exceso de libertad o libertinaje?
LAS BASES DEL ÉXITO:
La individualidad será sana siempre que se cumplan estas premisas:
- Nunca ocultar
nada a tu pareja, por ejemplo, un mensaje de alguien que no sea apropiado.
No debe molestar a tu pareja, todo lo contrario, debe apremiar ese
comportamiento ya que demuestra confianza y no se puede evitar como actúen
otras personas, por lo que tu pareja no tiene culpa de dicho comportamiento
inapropiado. El suyo es el correcto haciéndote participe de ello.
- Dar su lugar a tu pareja en todo momento.
Continuando con el ejemplo anterior, tu pareja en este caso o tú en otro
caso, debe darte tu lugar. En ese caso podría ser mandando un mensaje de
respuesta dejando claro que ese tipo de mensaje no es apropiado e indicando que
espera que no se repita, por ejemplo.
- Hacer partícipe de tus logros individuales a tu pareja
El que tengas tu individualidad será bueno para la pareja siempre que hagas
participe a tu pareja de manera entusiasta, y tu pareja siempre ansía
escucharlos y verte como esa persona que admira. La individualidad sin hacer
partícipe de ella a tu pareja se traduce en distanciamiento y no debe ocurrir.
La individualidad nunca va en contra de la idea de que una pareja es un equipo
en todo momento.
- El reencuentro tras una separación
El momento en que has ido con unos amigos y volver junto a tu pareja y
contarle todo lo que has vivido, fomenta la comunicación, y ella te dará
opiniones, otros puntos de vista y afianza la pareja.
Ese momento de comunicación es totalmente necesario y placentero y
tranquiliza tras ese tiempo en que te ha echado de menos y que puede al
principio causar una pequeña intranquilidad emocional.
Las ganas de saber del otro, de saber como lo ha pasado, y de sentirse
aunque no haya estado allí parte de ello al contárselo su pareja con detalle...
Ese momento de reencuentro, fomenta la confianza y es en esos momentos donde se
reaviva los sentimientos mutuos que de otro modo nunca ocurriría.
EL EJEMPLO DE UNA SEPARACIÓN:
Fijaros en un ejemplo que quizás no habéis vivido todos. ¿Habéis vivido una
separación más o menos larga y habéis vuelto con esa pareja? En el reencuentro,
¿habéis tenido una relación perfecta durante semanas, como nunca antes y tras
un tiempo, habéis vuelto a "lo mismo"?
¿Habéis pensado que ha pasado?
Yo me planteo cada vivencia. Pensemos que esa separación es como esos
pequeños momentos de individualidad pero a gran escala.
Cuando vuelves con tu pareja, te das cuenta de lo que la echabas de menos,
de que cosas te gustaban de ella que la definen como persona y de que el estar
contigo es una elección propia y podría estar con cualquier otra persona y aún
así te prefiere a ti.
Cuando estas solo tienes tiempo para reflexionar, pensar sobre esas cosas y
afianzar ese amor. Pensar sobre los errores cometidos.
Vuelves y habláis sobre ese tiempo, sobre el tiempo que pasasteis
separados, y os mostráis que os echabais de menos, te cuenta sus logros y te
alegras por ellos después de tanto tiempo sin saber de ella. Y te cuenta todo
lo que ha vivido haciéndote participe de ese tiempo que no estuvo junto a ti.
Los sentimientos se afianzan más fuertes que nunca y cuando la ves los
expresas en mayor magnitud que nunca.
¿Qué pasa después?
Si esa individualidad, no se mantiene, si no se tiene esos momentos de
echar de menos y reencuentros posteriores, no se produce esa reavivación
constante de los sentimientos y estos van decayendo.
Y entonces llegamos a la misma monotonía que en momentos anteriores nos
llegó a separar.
¿Veis como es una parte esencial de una pareja? El error está en no
permitir esa individualidad.
Yo como tantos otros textos que escribo, necesité tiempo para darme cuenta
de esto.
El tiempo es oro, escribí en algún texto alguna vez, como arena que se
escapa entre los dedos de mis manos... solo hay que saber dónde invertirlo para
ser feliz. O hacer feliz a alguien invirtiendo ese tiempo el cual tú eliges
como invertir.
Pensamos en mejorar y aprender, y el tiempo va en nuestra contra y a veces
perdemos a ese amor que esperamos tanto tiempo encontrar, años... por no haber
aprendido lo suficiente a tiempo.
Como aprendiz siempre insisto, escribo, pensando si empecé tarde a
aprender. Hoy me di cuenta que no llevo más que un par de años aprendiendo y
aún me queda demasiado por aprender de cada vivencia. ¿Será demasiado tarde? Es
la eterna pregunta que me hago.
Soy lento al reaccionar, me lo suelen decir, y mira si soy lento que hasta
hace poco no empecé a pensar sobre cómo mejorar día a día y en qué, era lo que
fallaba en mí y no en el mundo que me rodeaba.
Pero ahora al menos aprendo de cada paso que doy en mala dirección y hago
todo lo que está en mi mano para corregirlo.
No es fácil darse cuenta de que errores cometemos, pero más difícil es
llevar a cabo el corregirlos y lo sé por propia experiencia. Soy Tauro, imaginaros
que difícil, soy cabezón por naturaleza o eso dicen, doble trabajo tengo. Si yo
lo consigo, todos pueden conseguirlo.
Es largo el camino y el tiempo juega en contra, pero a veces pienso... que
quizás puede ser ambicioso el objetivo de ser perfecto, quizás debería
conformarme con ser mejor persona o aprender al menos cada día y confiar que no
sea tarde.
Hay una frase creo que de Walt Disney que dice algo así como asegúrate que
cada paso que des te lleve a donde quieras estar mañana.
Y tener la certeza de que todos estos pasos van hacía la dirección
correcta, me produce al menos la tranquilidad necesaria.
Paso a paso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario